LA NATURALEZA CARNAL ES NUESTRA MAYOR ENEMIGA A VENCER.
⚠️Tu mayor enemigo eres tú mismo.
"No te cuides de nadie más que de ti mismo; llevamos nuestro peor enemigo dentro de nosotros".
Proverbios 16:32 nos dice esto:
"Más vale ser paciente que valiente; más vale el dominio propio que conquistar ciudades."
La mayor gloria no debe ser para el que conquista una ciudad, sino para el que logra dominarse a sí mismo. Porque realmente es más difícil dominarte a ti mismo que a los demás. En tiempos de calma, de tranquilidad, es fácil dominarse. Pero cuando llega la ira, el estrés, etc, nos salimos de control. Creamos la guerra a nuestro alrededor. Y entonces el peso de la conciencia golpea por lo que hicimos o dijimos.
Realmente la guerra contra nosotros mismos es la más difícil.
El apóstol Pablo describe esto en Romanos 7:18-19 donde nos dice que:
"En mi naturaleza pecaminosa, nada bueno habita. Aunque deseo hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo. De hecho, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero."
Esta es realmente nuestra lucha. Pablo ilustra su tristeza diciendo:“¿Quién me librará de esto?”, ¿cómo puedo ganar esta guerra? Y responde: “Pero gracias sean dadas a Jesucristo”.
Él es la clave para ganar la guerra contra nosotros mismos. Sin su ayuda, no ganaremos. Separados de Cristo nada podemos hacer, pero cuando creemos en él, recibimos la armadura de Dios y el poder del Espíritu santo. Esta armadura es algo divino que nos capacita tanto para la guerra interna como externa. Y El espíritu santo nos ayuda en nuestras debilidades.
La guerra interna, está lejos de la atención de la gente, es una guerra silenciosa. Pero vencerte a ti mismo debería traer más alegría que ganar cualquiera otra guerra.
En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Efesios 4:22-24
Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
Galatas 5:16-17,24
Dios te bendiga
